jueves, 21 de mayo de 2009

Palabras, palabras, palabras...


Hay frases hermosas
como hermosa es una tarde anochecida
otras como las de Mendelssohn,
son apasionadas y variadas,
cual sueño de una noche de verano
o romanzas sin palabras.
Hay palabras dulces y amorosas,
otras son algo embusterillas,
mentiras piadosas,
creidas antes de ser nacidas,
gustan mucho ser oidas,
calman el alma, aplanan la realidad.
Palabras con compasión,
evitan la desilusión,
tomadas por fe como verdad,
creidas por fe para vivir sin cavilar
en estructurada existencia,
desvestida y desvalida.
Palabras que un cataclismo
las desnuda y torna vacías,
ya nada tiene cabida.
La tarde se transforma en noche
y los sueños en angustiada pesadilla.

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